Comprendiendo el Dolor de la Desconexión en las Relaciones Humanas
Sanando Heridas:
Cuando hablamos de relaciones, nos adentramos en un terreno emocional realmente complejo. Y en medio de este paisaje, aparece el dolor de la desconexión, una sensación que puede sacudirnos hasta lo más profundo, como si estuviésemos en medio de una tormenta de emociones. Nos sentimos rechazados, traicionados, perdidos, solos, tratados injustamente…
El Enfado:
Y el enfado, una emoción que es a menudo malinterpretada, juega un papel crucial. No hablamos de una explosión de rabia, sino más bien una emoción que surge desde un lugar que es compasivo con nosotros mismos, que pretende cuidarnos y reduce el daño hacia nosotros mismos y hacia los demás cuando se produce una desconexión en las relaciones humanas. En este sentido, podemos hablar de un tipo de compasión: Autocompasión Fiera o Yang. Este enfado es realmente útil porque nos da información sobre lo que es importante para nosotros y no está teniendo espacio. Es una señal de que nuestros límites han sido cruzados, de que hemos sido heridos o tratados injustamente. Entonces, nos proporciona la energía que necesitamos para protegernos, propiciando un cambio en nuestras vidas y en nuestras relaciones.
“No lo permitiré”, “esto no lo quiero”, “hasta aquí”.
Sin embargo, como en todas las emociones, nuestra relación con el enfado es la que va a determinar si esto nos está ayudando o perjudicando. Si lo alimentamos en exceso, puede convertirse en un fuego voraz que consume nuestras relaciones y nuestra propia paz interior, dejándonos con la sensación de estar atrapados ante una desconexión en las relaciones humanas. Nos aleja del momento presente y puede llegar a afectar nuestra salud Física y emocional. Una metáfora que explica muy bien cuándo puede estar pasándonos esto es la siguiente:
“Este enfado es como beberse un veneno, esperando que muera el otro”.
Mindfulness y Autocompasión
Si nos damos cuenta de que el enfado que estamos sintiendo no nos ayuda, no nos está protegiendo o nos ha endurecido hasta hacernos inaccesibles; es aquí donde Mindfulness y Autocompasión tienen sentido. Una forma de encontrarnos con este enfado que nos permite responder de una manera novedosa. Si te apetece poner esto en práctica, te invito a que puedas pensar en una situación en la que hayas sentido este enfado, y que su recuerdo no sea demasiado conmovedor para ti. Trae esta situación a tu mente de una forma detallada, nítida…
Pasos:
El primer paso fundamental es validar plenamente nuestro enfado ante una desconexión, sin criticarnos por estar sintiéndonos de esta forma. Esto significa aceptar que tenemos derecho a sentirnos molestos cuando nos dañan y reconocer nuestra propia dignidad cuando nos sentimos así.
“Está bien sentirme enfadado”, “muchas personas se sentirían como yo en esta situación”, “cómo no voy a estar enfadado si esto duele”, “estoy intentando protegerme”.
Posteriormente, explorando y reconociendo las emociones que hay debajo de este enfado, que suelen ser emociones más blandas. Blandas porque al experimentarlas nos solemos sentir pequeños y vulnerables. Quizá aparezca el miedo, la soledad o una sensación de estar siendo menospreciados cuando sufrimos una desconexión. Son emociones con las que muchas veces resulta difícil estar; pero si nos damos la oportunidad, descubriremos cómo se nos abre una nueva puerta que nos permite hacer algo con ellas, transformándolas en otras emociones que nos permitan sentirnos en paz.
“Esto es miedo”, “esto es vergüenza”, “esto es tristeza…”.
Lama Rod Owens, un maestro budista, dice en Love and Rage (2020):
“A veces está bien pensar que nuestro enfado está tratando de protegernos. Sin embargo, es más real pensar que está protegiendo algo más profundo que todo eso. Está protegiendo nuestro dolor, nuestros corazones rotos. El trabajo para devolver nuestra atención a la herida es muy intenso, un camino profundo de transformación donde no nos sentiremos tan bien como cuando simplemente respondemos al enfado, porque la energía del enfado nos hace sentir poderosos”.
Y al explorar estas emociones más profundas, nos damos cuenta de que están alimentadas por necesidades que no han sido satisfechas. La necesidad de ser vistos, reconocidos, respetados, escuchados… Y en el fondo, el anhelo universal de ser amado. Todos anhelamos sentirnos amados. ¿Puedes reconocer esta necesidad en ti? ¿Puedes reconocerla en el fondo de tu enfado? Es realmente importante poder identificar nuestras necesidades y darnos cuenta de que ahora, quizá, es un buen momento para ofrecernos aquello que estamos necesitando.
“Necesito sentir que soy parte de algo”, “necesito sentirme escuchado”, “necesito sentirme tenido en cuenta”.
Autocompasión
La Autocompasión, entonces, emerge como el bálsamo sanador en este proceso de autoexploración. Al reconocer que nuestras necesidades son legítimas y merecen ser atendidas, podemos darnos el amor y la compasión que tanto anhelamos de los demás para superar una desconexión. Es un acto de amor propio que nos capacita para sanar nuestras heridas emocionales y construir relaciones más auténticas y significativas. ¿Qué necesitabas, o todavía necesitas, escuchar?
“Te veo”, “te doy espacio”, “estoy aquí, contigo”, “tú importas”.
El dolor de la desconexión nos invita a embarcarnos en una aventura de autodescubrimiento y de crecimiento emocional. Al abrazar y validar nuestras emociones, reconocer nuestras necesidades internas y satisfacerlas con Autocompasión, podemos liberarnos del daño que nos hace estar atrapados en este enfado y encontrar la paz en la conexión genuina con nosotros mismos y con los demás. Es en este espacio de compasión y aceptación donde florece el verdadero vínculo humano.
Si algo de esto ha resonado en ti, ojalá puedas darte espacio para encontrar aquello que necesitas. Y si necesitas ayuda para encontrar como superar una desconexión en tus relqaciones personales, en Karuna Psicología estaremos encantados de ayudarte y proporcionarte las herramientas que necesitas para conseguir tus objetivos, con nuestras terapias humanistas nuestros psicólogos te acompañarán a lo largo del proceso. Se puede superar una desconexión en las relaciones humanas y tú lo puedes conseguir también.