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El miedo a “estar bien”, los beneficios de ir a terapia

Tomar la decisión de empezar a ir a terapia es un paso muy importante y complicado. Se nos mueven muchas cosas por dentro, quizás podemos sentir que realmente no necesitamos ayuda o que tenemos la suficiente a nuestro alrededor, y muchas veces puede que sea cierto.

Otra de las cosas que puede detenernos es tener miedo al cambio. Aunque lo que esté ocurriendo en el momento sea doloroso, angustiante o agotador, al menos ya lo conocemos.

¿Cuándo puede empezar?

Esta sensación nos puede venir también una vez empezado un proceso terapéutico de ir a terapia o estando en el camino a empezar a sentirnos mejor.

Es muy normal que al notar que vamos avanzando nos entre miedo de repente: que nos bloqueemos, que por un momento pensemos que realmente estamos bien como estábamos, o que veamos que el camino es muy complicado y que lo que ya hemos conseguido es suficiente.

Cada uno tenemos nuestras maneras

Cada persona tenemos nuestras maneras de funcionar en el mundo. Lo hacemos con respuestas que sabemos que funcionan o que en algún momento de nuestra vida nos han ayudado.

Algunas a día de hoy siguen siendo útiles y funcionales, y otras nos ayudaron muchísimo en su momento, pero podemos notar que ya nos están empezando a pesar, a doler, a incomodar o a dificultar nuestro día a día.

El momento del cambio: ir a terapia

Estas maneras de funcionar que ya no queremos (que pueden ser comportamientos que no solucionan mucho, pensamientos rumiativos o, por supuesto, emociones que se manifiestan con demasiada intensidad, con demasiado poca o en momentos en los que sentimos que nos correspondería estar sintiendo otra cosa) son las que nos invitan a ir a terapia.

Pero es cierto que justo estas respuestas que “se nos han quedado pequeñas” un día tuvieron mucho sentido en nuestra vida, incluso nos hicieron sobrevivir. Cuando somos peques es cuando aprendemos de qué va el mundo. Y como aún no lo sabemos, imitamos o vamos absorbiendo lo que percibimos a nuestro alrededor (principalmente lo que pasa en casa).

Aprender a “sobrevivir”

Las madres y los padres también han sido niñas y niños que aprendieron de peques cómo funcionaba el mundo, y seguramente también hayan tenido que aprender a funcionar de diferentes maneras para sobrevivir en su propio entorno.

Por lo tanto, cuando se hacen mayores, si no se han mirado mucho por dentro (que es una cosa difícil de hacer) pueden mantener estas respuestas que ya no funcionan del todo, pero sí lo suficiente como para seguir con la vida. ¿Y qué pasa? Que es lo que luego nosotros observamos y vivimos en casa como hijas e hijos.

Con sobrevivir me refiero a muchas cosas, puede ir desde las situaciones más literales hasta la necesidad de guardarnos bien al fondo el enfado porque en nuestra casa expresarlo significa que nos van a gritar. Cuando somos peques, sobrevivir implica todo lo que sea intentar sentirnos queridos o merecedores de amor.

El cuerpo es muy sabio y nos intenta proteger para que no nos hagan daño. Pero cuando ya no es necesario que nos proteja (o al menos no tanto como en algún otro momento de nuestra vida) puede que siga intentándolo con tanta fuerza que entonces lo que más dolor nos genere sea nuestra propia manera de tratarnos. Es donde ir a terpia es más importante.

Beneficios de ir a terpia

Por eso iniciar el camino de ir a terapia es muy importante para encontrarnos mejor, aunque puede ser difícil y asustar, ya que lo que hoy no nos hace sentir bien en algún momento nos hizo recibir amor, o al menos que no nos fuera negado. Y puede ser difícil creer que ya no lo necesitamos.

Es importante entender esto, saber que nos puede pasar y aprender a identificarlo empezando a ir a terapia. Así podremos mirar a este miedo con cariño, sabiendo que está intentando proteger algo que un día fue importante.  Mientras lo abrazamos le podemos dar las gracias y decirle que ya no hace falta.

Porque desde luego estar mejor es mejor.

No dudes en contactar con nosotros si necesitas hablar, si queires empezar el cambio y empezar a ir a terapia.