SUPE LO QUE ERA EL AMOR CUANDO…
Seguro que te esperabas la típica historia de dos personas que se conocen y entonces aquella, que quizá ha tenido una vida un tanto más compleja, descubre lo que implica el amor real. Siento mucho fastidiarte las expectativas si era eso lo que venías buscando, pero te invito a seguir leyendo si hay algo relacionado con estas pocas palabras que te haya llamado la atención.
Es ese sentimiento que rodea muchos aspectos de nuestra vida sin que seamos conscientes, y al que, inevitablemente le damos una gran importancia, porque ¿quién no ha necesitado sentirse querido, importante o valorado por alguna persona de su entorno? Estaremos de acuerdo de que todos y cada uno de nosotros necesitamos esto, en mayor o menor medida, en algún momento de nuestra vida.
¿Que es amor?
Es eso a lo que damos diferentes nombres en función de a quien vaya dirigido: el amor propio, el cariño, el enamoramiento, en la amistad, hacia una pareja consolidada, el amor hacia nuestra mascota… y seamos sinceros, parece razonablemente fácil poder sentir alguno de estos tipos a lo largo de nuestra vida. Pero ¿y si te dijera que me acabo de dar cuenta de que quizá no era tan sencillo como lo pintaban?
Quizá tu también has podido tener esta sensación alguna vez, la sensación de no sentirme querido o valorado por quien lo necesito, o incluso la sensación de sentirte querido para después acabar pensando “pero cómo va a ser posible que una persona me quiera de esta manera, aquí tiene que haber trampa”.
En esa última frase me pillé yo envuelta, con capacidad de sentirme querida y valorada por las personas de mi entorno hasta que sentía que ese amor adquiría unas dimensiones tan grandes que, evidentemente, tenía que haber trampa en algún sitio.
Crecí pensando que esta sensación mía era normal, y que de alguna manera se había vuelto inherente a mi persona, como mi color de ojos, de forma que dejé de verlo como algo que podía ser sanado y me dejé caer sobre la definición de “persona insegura”, que ahora mismo tanto se lleva.
Pero como pasa con todo, las circunstancias se encargaron de ponerlo encima de la mesa muchos años después, y yo, que pensaba que “yo ya era así”, y que, muy dramáticamente, así me iba a pasar el resto de mi vida, me di cuenta de que podía hacer algo.
Rebusqué en lo más profundo de mí, de mi historia, y entendí que, allí cuando era una niña el amor que me daban siempre había tenido trampa, por lo que ¿cómo no iba a terminar pensando eso cuando sentía que el amor de otra persona hacia mí se hacia algo inmenso de verdad?
Y entonces, me dieron la oportunidad de ponerme en contacto con esa niña que aprendió que el amor lleva trampa, esa niña interior que no lo merecía, y a la que, en este momento, aun siendo ya muchos años más mayor, todavía podía atender. De pronto quererla y desculpabilizarla estaba en mi mano.
Llegados a este punto, algunos estaréis pensando que este es otro post más para hablar del amor propio o la autoestima, pero siento deciros que esto va mucho más allá de lo que conocemos como amor propio.
Cuando tomas contacto con este niñx interior, y descubres que puedas darle ese amor, valor, importancia, compasión, etc., que quizá en su momento nadie le dio, entonces también descubres que todo eso puedes dártelo a ti mismo en este momento de tu vida.
Es como abrazarse desde dentro de una manera tan sincera que pocas veces experimentaréis algo así.
Así que, si sientes que quizá lo has intentado todo por entender y sentir que es el amor, y aun así todavía hay algo, por muy remoto que sea, que no termina de encajar, tu niñx interior quizá este esperando a que por fin vuelvas la mirada hacia él.
Porque sí, yo supe lo que era el amor cuando me conocí.