Skip to main content

Un paso más allá

El enfado es perfectamente puro”

Canto de Milarepa.

Reacciona a las emociones

Mucha gente cree que, si le da permiso y espacio a sus emociones, van a vivir permanentemente atrapados en ellas, pero es justo al contrario. A mas espacio le damos, menos ocupa. No significa que vaya a desaparecer. De hecho, si la intención es que las emociones desaparezcn, eso no es dar espacio de corazón, y tu cuerpo lo sabrá y esas emociones seguirán creciendo. Nuestro cuerpo sabe cuando no hacemos las cosas de corazón, lo huele, y reacciona a ello.

No. Las emociones demandan una relación genuina con ellas. Demandan aceptación y atención, como lo haría un niño. Esto no las convierte en infantiles. Las emociones son simplemente humanas, y nos apelan a todos, sea cual sea nuestra edad o género. A mejor relación tengamos con ellas, más fácilmente se manejan. Su intensidad se reduce. Como dijo Ann Weiser “aprende a escuchar los susurros de tu cuerpo antes de que tenga que gritar”. Si escuchas esos susurros, las emociones no necesitan subir de intensidad.

Aprende de tus emociones

Pero hay un paso más allá. Una vez que nuestras emociones, y especialmente el enfado, son escuchadas y validadas. Una vez que aprendemos a escuchar los susurros más sutiles… ¿Luego qué? Luego se puede intentar cuestionar aquel que esta enfadado. ¿Porqué me enfada esto? ¿Qué me ha ofendido? ¿Qué límite mío se ha traspasado?

Esto da la oportunidad de revisarnos a nosotros mismos. Pongamos que siempre me ofende, por poner un ejemplo simple, que se metan con mi pelo.

¿Realmente quiero que me defina mi pelo? O pongamos que quiero a una persona y quiero cuidarla, pero continuamente me exige más de lo que quiero dar ¿Puedo dar un poco más? El cuidado en todo esto es no caer en convertirnos en mártires. Por eso es importante cuidar primero el haber aceptado de corazón nuestro enfado y otras emociones.

Tenemos que poder poner límites y sabernos proteger. A partir de ahí, podemos elegir (y esto es una elección, no una obligación) si queremos plantearnos nuestra posición y desde donde nos protegemos. La idea no es pasar de todo a nada, solo de seguir un camino vital que nos permita profundizar en nosotros mismos y seguir trabajando para dar más corazón al mundo.

Conciencia emocional

A más conciencia emocional, mejor conoceremos lo que nos hace reaccionar y cómo. A más trabajados estemos, mejor sabremos como gestionar lo que sentimos y negociarlo con el mundo. Pero también permite un ejercicio de revisión personal. Un descubrir que es lo que me mueve y me importa y reflexionar si así es como queremos continuar.

Creo que todos estaremos de acuerdo en que el mundo necesita mucho más corazón y que nos demos más. Tenemos que hacerlo a nuestro ritmo y respetándonos, pero si creo que de alguna manera la vida nos demanda un proceso continuo de evolución. Desde la razón a habitar el corazón, y trascenderlo para llegar más allá.

Yo no soy un santo ni mucho menos soy el mejor gestionando mis emociones. Cometo errores como todos y también a veces me ignoro o no le doy espacio a lo que siento. Pero a más lo hago, mejor me siento y ya llevo un largo recorrido trabajando con lo que sucede dentro de mí. Las personas que conozco y se embarcan en este camino emocional, tanto pacientes como amigos, también se sienten mejor.

Crecer como personas

Pongamos este ultimo objetivo como una aspiración, y ya veremos hasta donde lo alcanzamos. Lo importante es crecer como personas más y más. El viaje, y no el destino. Si avanzamos con aceptación y autocuidado, podemos llegar más lejos que nunca.

Crecer es un viaje, o un romance, que no tiene porque terminar nunca.

Si te atrae la idea de seguir creciendo te animo a hacerlo acompañado. Por amigos, familia y un terapeuta.

En KarunaPsicología.es somos terapuetas humanistas expertos en ayudarte a gestionar tus emociones, ven a vernos ¿hablamos?